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Reseña: Cementerio de Animales



Cementerio de animales ( Título original: “Pet Sematary”)

Autor: Stephen King

Año de publicación: 1983 

Sinopsis: 
Church estaba allí otra vez, como Louis Creed temía y deseaba. Porque su hijita Ellie le había encomendado que cuidara del gato, y Church había muerto atropellado. Louis lo había comprobado: el gato estaba muerto, incluso lo había enterrado más allá del cementerio de animales. Sin embargo, Church había regresado, y sus ojos eran más crueles y perversos que antes. Pero volvía a estar allí y Ellie no lo lamentaría. Louis Creed sí lo lamentaría. Porque más allá del cementerio de animales, más allá de la valla de troncos que nadie se atrevía a trasponer, más allá de los cuarenta y cinco escalones, el maligno poder del antiguo cementerio indio le reclamaba con macabra avidez...


Cementerio de animales es mi primer encuentro con el autor Stephen King. 

Desde hace un tiempo me llamaban la atención los trabajos de este reconocido autor de la novela de terror americana, pero mi falta de valentía me impedía comprar una de sus obras. Fue en las vacaciones del año pasado cuando me decidí completamente a comprarlo, porque presentía que me estaba perdiendo de algo bueno, y lo hice, compré cementerio de animales. 

Creo que la razón por la cual elegí esta novela entre tantas de King fue que conocía de nombre la historia y me pareció que era una de las clásicas del autor, por decirlo de alguna manera, además de ser una de las más viejas. 

El primer intento de lectura que tuve en las vacaciones fue un completo fracaso. Y no es un dato menor el hecho de que nos estábamos quedando en una cabaña...en el medio de un “bosque”.

No es necesario aclarar que soy la persona más asustadiza del mundo, pero también con un poco de valentía o masoquismo que siempre me empuja a escoger estos títulos. 

El punto es que cuando llegamos a casa y terminé el libro que estaba leyendo en ese momento (El Santuario de Anne Rice) pude finalmente hundirme plenamente en esta historia. 

El comienzo del libro es muy ameno, y bastante divertido. La presentación de los personajes es perfecta y la narración simple y concisa, lo cual me resultó más grato de lo que esperaba después de las amplias descripciones de mi querida Anne. 

La historia está básicamente dividida en tres partes con capítulos cortos. La primera parte es la más larga de todas, o así me resulto a mi, y es en la que se pone en escena la situación de los personajes.

Una familia tipo de yanquis se muda a un pequeño pueblo por el trabajo de la cabeza de la familia: el personaje principal, Louis Creed, esposo de Rachel, con quien tiene dos hijos: Eileen o “Ellie” y Gage. 

El último miembro de la familia, y el más interesante de todos, es Winston Churchill, o simplemente Church, el gato de Ellie. 

Algo que me encanta de la novela es que desde el principio la narración se centra en Louis y Church, y su relación de odio que prevalece por razones obvias hasta el final de la historia. En el primer capítulo, Louis deja en claro su “relación” con el gato, y hasta insinúa que le gustaría abandonarlo en un costado de la ruta (junto con el resto de su familia). 

El personaje de Louis Creed es simplemente encantador. Un doctor relativamente joven, miembro de una familia tipo y casado con una mujer encantadora. Trabaja como médico en la universidad de Ludlow después de haber sido transferido de su antiguo trabajo en Chicago.

Por supuesto al ser una novela de terror, todos los lectores sabemos desde la primera página que las cosas van a terminar mal con el pobre Louis, pero aún así es imposible no albergar una vaga esperanza de que el encantador médico de Chicago sobreviva al poder atrayente y peligroso del cementerio de mascotas que tiene casi en el jardín de su casa. 

Desde el momento en el que la familia llega a la casa, el autor nos hace saber que algo anda muy mal, por lo que nos mantiene en tensión y ansiedad durante toda la narración.

Debo confesar que también me había encariñado con el personaje de Church, a pesar de que era estúpido creer que no lo matarían y lo llevarían al cementerio de animales, aunque no haya ido para quedarse. 

Aplaudo parada a Stephen King por lograr que un gato tuviera una personalidad tan atrayente en el mundo de las letras. La mirada de Church traspasa las páginas del libro, y hasta me ha perseguido en sueños en las noches de lectura que le dediqué a la adictiva novela. 

Church es un gato genial. Se burla del pobre Louis durante todo el libro, con sus muecas y expresiones faciales imaginarias y la forma espeluznante de caminar que adquiere después de su viaje al mundo de los muertos. 

El dolor, el rencor que el gato muestra después de haber vuelto a la vida, la actitud de venganza contra quien lo trajo de la muerte, es algo simplemente increíble. 

Dejando a Church por un rato y volviendo a la historia, quiero hacer énfasis en la habilidad sobrehumana que King demuestra poseer con el manejo del ritmo de la historia. 

Al principio es ritmo es relajado, Louis vive la vida que esperaba vivir cuando se mudó a Ludlow, los vecinos aceptan a la familia, la familia acepta los cambios, los muebles se acomodan en la casa y Church se ve obligado a adaptarse a una vida menos salvaje cuando Louis decide castrarlo para evitar que salga por las noches y encuentre la muerte bajo las ruedas de un camión de la Orinco (creo que así se llamaba la empresa cuyos camiones pasaban por la puerta de los Creed).

Los problemas verdaderos para Louis empiezan cuando, de la mano de su vecino, realiza su primer visita al Pet Sematary. 

Por alguna razón Louis presiente que algo anda mal con ese lugar, y que volverá pronto. Por supuesto que lo hará, sino la historia nunca hubiera continuado...

A partir de ese momento la verdadera historia comienza, y les advierto que se aten a la silla, a la cama, el inodoro, o al lugar en el que estén leyendo, porque el verdadero terror comienza. 

Definitivamente recomiendo esta historia para los amantes del terror, los ochenta y el humor sarcástico ( ah! Y los gatos) porque la diversión, la adrenalina y el miedo serán garantizados. 

La adrenalina. Necesito hacer un párrafo aparte sobre esto. 

Las escenas son tan bien logradas que casi me sentí con ánimos de saltar por la ventana y salir corriendo sin destino alguno. La ansiedad permanece durante todo el libro y el pánico por el final infeliz garantizado es aún peor.

Es una de esas novelas que te monopolizan los pensamientos las veinticuatro horas del día, pero que no puedes continuar porque tus padres comenzarán a pensar que eres antisocial o que soñarás con el adorable Winston Churchill por el resto de tus días.

Las descripciones son alucinantes, durante la escena del cementerio (de personas) me trasladé a una noche sombría, cavando una fosa para desenterrar a mi hijo. King se ocupó de todos los detalles, el peso de la pala, la pérdida de las llaves del coche, el hedor del cuerpo, la pérdida de la linterna en varias ocasiones, y muchas cosas más que Louis Creed debió sufrir para salirse con la suya y traer al pequeño Gage de vuelta a la vida.

Sin mencionar la ansiedad que provocaba el paralelismo entre lo que le pasaba a Louis en el cementerio, y lo que Racher vivía desde la casa de sus padres. Es una de esas noches en la que los planetas se alinean para arruinarle la vida a los pobres mortales, y está perfectamente descripta en la novela.

Con esto (y sin citas, a diferencia de Juli que parece adorarlas, yo personalmente odio buscarlas) dejo plasmada mi adoración eterna por esta gran obra del género de terror y de uno de los más grandes escritores del mundo, Stephen King. Creo que me dio ganas de volver a leerla después de escribir esto, y espero que también sirva como un amistoso empujón para los lectores de este blog. Es simplemente uno de mis libros favoritos y lo recomiendo para todo el que quiera experimentar un buen susto.

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